Hoy en día podemos observar un aumento en la cantidad de pacientes que refieren uno o más síntomas relacionados a una desregulación de uno o más sistemas: psíquico, neurológico, endocrino, emocional. Alterando nuestra propia capacidad de autorregulación y adaptación.
Éste es el caso de muchos pacientes que sufren un síndrome de disfunción en su sistema estomatognático, presentando un conjunto de alteraciones emocionales y/o mentales que se somatizan físicamente en dolores y alteraciones crónicas con alta prevalencia a nivel de cabeza, cuello y espalda alta.